miércoles, 12 de marzo de 2014

La rosa y su destino de Oscar Pometti


Letra: Carlos Ceretti, Oscar Pometti
Música: Oscar Pometti


Yo he visto a una rosa alba
que buscaba su destino
y al no tener pies, no pudo al nacer,
ni andar, ni correr el camino.

La rosa ya presentía
lo difícil de estar vivos.
Las flores no cantan,
no alumbran, no avanzan
y en la noche oscura
apenas son un latido.

Hoy la rosa es más que una flor
es un río, es nube, es luna de amor.
Ha escuchado mi canción que es su savia y su vino.
Y al cantar por fin caminó,
pero no pensó cambiar de color
¡siguió alba! y fue albo también su destino.
¡Destino de sol!

Yo se de una rosa alba
hojas verdes, tallo fino.
Se puso de pié, temblando marchita.
Hoy la lluvia la invita a que venga conmigo.

Me sigue una rosa alba
compañera de camino.
Destino de luz, destino de amor,
destino de sol...
Mi destino.

Yo he visto a una rosa alba
que buscaba su destino.
Destino de luz, destino de amor,
destino de sol...
Mi destino.

Guitarras de Néstor Gómez y Oscar Pometti, Omar Gómez en bajo, Horacio López en percusión.
Voz y coros Oscar Pometti.
Técnico de grabación: Damián Lattanzi

Donaré por Guillermina Beccar Varela

Letra: Carlos Ceretti
Música: Oscar Pometti


 


Del CD "Donaré" de Guillermina Beccar Varela 





 

domingo, 9 de marzo de 2014

ADELANTO DE NUEVO TEMA

 " La rosa y su destino"

Letra: Carlos Ceretti/ Oscar Pometti
Música: Oscar Pometti

Este video va como adelanto de este tema que estoy terminando de grabar con guitarras de Néstor Gómez y mía (Oscar Pometti), Omar Gómez en bajo, Horacio López en percusión. Voz y coros Oscar Pometti.
En unos días voy a publicar el video completo.


jueves, 12 de septiembre de 2013

Las escondidas (tango) por Oscar Pometti



 Letra:Carlos Ceretti - Música:Oscar Pometti-Edgardo Acuña

Del CD "Profecía en Tango" de Oscar Pometti

https://open.spotify.com/album/28Q9fpb83BBqVzprlBIjRp?si=mJ8a9sbBSTKvRmsoq7OY6A

Las escondidas (Tango)

Si fuimos jugando los dos en la vida
el juego inocente de las escondidas,
al hacer balance ya no hay Dios que alcance
para perdonarnos la cruel diversión.

Te oculté los vueltos de malas monedas.
Vos, tu limpia risa y aún cuánta te queda.
En sitios sin dueño dejamos los sueños.
Así nadie encuentra vestigios de amor.

Te invito a que grites como cuando niña,
después de algún beso o de alguna riña:
¡ piedra libre al negro, detrás del sillón ¡
Para correr, para alcanzarte y por fin librarte
del hollín del corazón.
Si tu llanto juega a las escondidas
con mis dos verdades, con mis cien mentiras
quisiera encontrarlo, pedirle perdón,
no importa la cuenta llegaré al millón.

Buscando perdimos, también aprendimos
a ocultar lo puro tras lentes oscuros.
Sentimos vergüenza de lo que se piensa
y hasta la conciencia jugó y se escondió.

 

A Homero por Oscar Pometti y Edgardo Acuña

A HOMERO

Oscar Pometti(voz) Edgardo Acuña(guitarra)

Tango de Aníbal Troilo y Cátulo Castillo a Homero Manzi


 


martes, 10 de septiembre de 2013

Chiquilín de Bachín por Oscar Pometti y Edgardo Acuña del CD TANGO EN VIVO

Chiquilín de Bachín

En vivo

 
  https://open.spotify.com/track/1laWFi4lTrCpFXjll25Kg6?si=1edc2be9e3e64f90

Chiquilín de Bachín

Tango
Música: Astor Piazzolla
Letra: Horacio Ferrer
Por las noches, cara sucia
de angelito con bluyín,
vende rosas por las mesas
del boliche de Bachín.

Si la luna brilla
sobre la parrilla,
come luna y pan de hollín.

Cada día en su tristeza
que no quiere amanecer,
lo madruga un seis de enero
con la estrella del revés,
y tres reyes gatos
roban sus zapatos,
uno izquierdo y el otro ¡también!

Chiquilín,
dame un ramo de voz,
así salgo a vender
mis vergüenzas en flor.
Baleáme con tres rosas
que duelan a cuenta
del hambre que no te entendí,
Chiquilín.

Cuando el sol pone a los pibes
delantales de aprender,
él aprende cuánto cero
le quedaba por saber.
Y a su madre mira,
yira que te yira,
pero no la quiere ver.

Cada aurora, en la basura,
con un pan y un tallarín,
se fabrica un barrilete
para irse ¡y sigue aquí!
Es un hombre extraño,
niño de mil años,
que por dentro le enreda el piolín.

Chiquilín,
dame un ramo de voz,
así salgo a vender
mis vergüenzas en flor.
Baleáme con tres rosas
que duelan a cuenta
del hambre que no te entendí,
Chiquilín.