Mostrando entradas con la etiqueta partitura. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta partitura. Mostrar todas las entradas

miércoles, 31 de agosto de 2011

El pequeño vals de las quimeras (Ceretti/Pometti) del CD PROFECÍA EN TANGO



https://open.spotify.com/track/67HkwWgqj0cQJ0UrOOrzX4?si=e93af56c5a684a8e


 
 

El pequeño vals de las quimeras (Ceretti-Pometti)

letra: Carlos Ceretti
música: Oscar Pometti

Del CD "Profecía en tango" de Oscar Pometti
La Huella del Do
Distribuye Pattaya

¡Ay del día! En que las quimeras
que siempre prometo que a veces concreto
resulten costumbre.
¡Ay del día! En que ya no tengan
magia ni sorpresa y que no me alumbren.

¡Ay del día!
en que mis quimeras
sean apenitas un trámite frío
y yo las archive lejos de lo mío.

Tengo la quimera de salvar quimeras,
de que me sonrían como la primera.
Tengo la quimera de salvar quimeras.
Que no me las maten, que nunca se mueran.
Yo tengo una nube llenita de ellas
y entre sueño y sueño, nació este pequeño
vals de las quimeras…

Mis quimeras me esperan temprano,
la cara lavada, la ilusión peinada
para acompañarme
donde quiera que haya otra quimera
que teja una brisa capaz de abrigarme.

Mis quimeras se apagan temblando
si tus limpios ojos lloran una pena
pero si sonríes vuelven a ser ellas…

domingo, 26 de diciembre de 2010

Donaré en vivo del CD TANGO EN VIVO de Oscar Pometti y Edgardo Acuña

 
 
DONARÉ
Letra: Carlos Ceretti
Mùsica: Oscar Pometti

Donaré mi latir cuando me muera,
mi pasión por respirar la primavera,
el asombro agradecido de mis ojos
y la médula que inventa vida nueva.
Donaré todo el cuerpo, para todos,
pero mi alma Señor... quién se la queda?

Donaré mi cerebro con memoria
de cien noches de mar y luna llena,
de los besos más bellos de la historia,
de las músicas amantes de mis letras.
Donaré todo el cuerpo, para todos,
pero mi alma Señor... quién se la queda?

Donaré mis dos pies tan apurados
cuando llegaron al amor por vez primera
y mis manos que hoy quizás estén temblando,
despedirse para siempre, siempre llega.
Donaré todo el cuerpo, para todos,
pero mi alma Señor... quién se la queda?

Pues en ella llevo a un niño empecinado
en canjearle a mi vejez una quimera
y a un inquieto adolescente trasnochado
que a una fuente dio sus últimas monedas.

Donaré mi dos tímpanos ansiosos,
temerosos de escuchar una condena.
Sentiré que tu, mi amor, estás rezando
y a mi alma sonriendo te la quedas.
Me abrazaré a tu alma con el alma
y rumbo a Dios yo te aseguro que me llevas.